jueves, 30 de octubre de 2014




La crisis de la enseñanza de las ciencias en Venezuela

    La crisis de la enseñanza de la ciencia en Venezuela data desde finales del siglo XIX donde debido al analfabetismo en la educación, la pobreza entre otros factores sociales de la época en Venezuela se desarrollaron muy pocos científicos como es el caso del Dr. Rafael Rangel en el área de la medicina, en el siglo XX encontramos a otros científicos como Humberto Fernández Morán fundador del IVIC, El Dr. Marcel Roche cuyas investigaciones en avances de la medicina se desarrollaron en Venezuela, Baruj Benacerraf nacido en Venezuela pero se desarrollo profesionalmente  en Estados Unidos y obtuvo el  premio nobel de medicina en 1980 y Jacinto Convit García que desarrollo la vacuna contra la Lepra y realizo distinto estudios para curar distintos tipos de cáncer nominado al premio nobel de medicina en 1988  
 
    Cabe destacar, que son pocos los venezolanos que eligen el camino de la ciencia en su vida profesional, debido a que la misma requiere esfuerzo, dedicación, y paciencia. Sin embargo, la ciencia ofrece respuestas a los males de la sociedad (enfermedades, comunicaciones, economía, guerras entre otras) y es necesario desarrollarla desde la escuela para incentivar el espíritu investigador y critico por parte de los jóvenes.       

    Actualmente, en Venezuela son muchas las instituciones tanto públicas como privadas que no poseen la infraestructura adecuada y los materiales de laboratorio para enseñar ciencias, además existe un déficit en el ministerio de educación a nivel nacional de profesores de asignaturas como Física, Biología, Química y matemática. Lo que origina una mala formación por parte de los jóvenes al enfrentarse al currículo universitario de carreras como medicina, ingeniería y otras de las ciencias exactas.   


 Es por ello, que el ministerio de educación ha creado micro misiones (misión Simón Rodríguez) para formar profesores especialistas en estas áreas en un lapso de 300 horas académicas con el apoyo de las universidades autónomas. Sin embargo, según mi perspectiva como profesor en el área de la ciencia pienso que esta no es la solución definitiva a la crisis que vive el país. Debido a que se debe incentivar más al desarrollo del conocimiento científico desde la escuela al liceo y despertar aun más la curiosidad hacia los fenómenos naturales por parte de los estudiantes.

Finalmente el Estado debe invertir, crear, modernizar el recurso humano y los laboratorios usados para enseñar ciencia; además organizar ferias científicas donde aumentaría la calidad de la educación y evitaríamos la crisis de la enseñanza de la ciencia en la cual los profesores de estas áreas muchas veces se la tienen que ingeniar aplicando estrategias, y didácticas experimentales muchas de ellas desfasadas al contexto y a la realidad actual, del siglo XXI